La carrera París-Madrid de 1903 en Salamanca

Llegada a Salamanca de un turista de la París-Madrid de 1903.
Autor Luis González de la Huebra.1903



La carrera Paris-Madrid de 1903

Una gran expectación había generado en Europa la carrera Paris-Madrid de 1903, la primera gran carrera europea de automóviles. En los últimos años la industria automovilística había logrado un desarrollo espectacular construyendo máquinas con motores de más de cien caballos que alcanzaban velocidades de 130 km/h y superiores. Algo impensable cuando en 1895, solo ocho años antes, las mejores máquinas alcanzaban la velocidad, entonces extraordinaria, de 25 Km/h. Las primeras carreras habían servido a la industria del automóvil, sobre todo a la francesa que concentraba la mayoría de los fabricantes, como un examen a la pujanza de las diferentes marcas, así como de exposición y promoción de los rápidos avances en las técnicas constructivas. Este interés de los constructores por las carreras había llevado a celebrarse la Paris-Rouen en 1894, la primera carrera de automóviles de la historia, y luego las París-Burdeos (1895), Paris-Marsella (1896), Paris-Dieppe (1897), París-Ámsterdam (1898), París-Berlín (1901) y la París-Viena (1902).
Sin embargo algo no avanzaba con la misma celeridad, la seguridad.
Las primeras carreras automovilísticas copiaron el formato de las carreras ciclistas, largas distancias entre dos puntos, en carretera abierta (con su tráfico normal) y en varias etapas. La Paris-Madrid de 1.307 km. se había dividido en tres etapas: París-Burdeos el día 24 de mayo de 1903, Burdeos-Vitoria el día 25 y Vitoria-Madrid el día 26.

Excursión turística Paris-Madrid 1903

Paralelamente a la carrera, el Real Automóvil Club de España y el Automóvil Club de Francia organizaron una caravana de seguidores, simpatizantes y turistas que saliendo con anterioridad de Paris tenían previsto llegar a Madrid simultáneamente con la carrera, empleando una ruta alternativa de 13 etapas.
El día 25 de mayo esta caravana tenía prevista su llegada a Salamanca.

Lista de coches que tomaron la salida en París.
La Ilustración Española y Americana. 30-5-1903

La columna motorizada partió desde la plaza de la Concordia de Paris la mañana del día 13 de mayo. Había amanecido un día soleado después de una noche de intensa lluvia. Tomaron la salida 46 vehículos de los 61 inscritos, algunos coches tenían previsto unirse en el camino, como el barón de Zuylen, presidente del Automóvil Club de Francia, que lo haría en San Sebastián. Los participantes tomaron la salida entre las siete de la mañana y el mediodía y encontraron la carretera algo blanda por las lluvias pero con la ventaja de la ausencia de polvo.
Las primeras seis etapas trascurrieron en suelo francés y era intención de la organización llegar a pernoctar en San Sebastián el día 19, sin embargo la intensa lluvia retuvo a la caravana esa noche en Pau, todavía en Francia.
La llegada a San Sebastián se produjo el día 20, siendo recibidos entre vítores y aplausos. Los retrasos acumulados hicieron pensar a la organización en no detenerse en alguna de las paradas previstas, posiblemente Ávila. El día 21 almorzaron en Zarauz camino de Bilbao. En el trayecto de San Sebastián a Bilbao se produjo uno de los pocos accidentes del viaje, el coche nº46 chocó contra un árbol antes de llegar a Zarauz, despeñándose y atrapando debajo a Mr. Vergaud que resultó con las dos piernas fracturadas sin que los otros dos ocupantes sufrieran ninguna lesión. El día 22 pernoctaron en Vitoria y el 23, tras almorzar en Miranda de Ebro, alcanzaron Burgos, siendo recibidos, como en los lugares anteriores, espléndidamente.

El desastre de la competición

En la madrugada del 24 de mayo, con la participación de algo más de 300 vehículos, comenzó la primera etapa de la carrera París-Madrid que a la postre fue también la última, al ser suspendida la competición por los gobiernos Francés y Español como consecuencia del alto número de accidentes que se habían producido. Solo 99 vehículos alcanzaron la meta de Burdeos dejando en el camino un reguero de accidentes y desolación, con el resultado de 8 muertos y una multitud de heridos de diversa consideración. El mundo se percató del peligro de este tipo de carreras y fue el fin de la competición de vehículos a motor en carretera abierta.

Con algunos síntomas de desaliento, la excursión turística continuó viaje hacia Madrid aunque el objetivo de reunirse con los competidores de la carrera se había perdido..

El día 24 los turistas se dirigieron desde Burgos hacia Valladolid, en el límite entre Burgos y Palencia tuvieron problemas con algunos individuos que les apedrearon, arrojándoles “bolas nada aromáticas”, según los propios turistas. Sin embargo Valladolid les recibe calurosamente y allí asistieron a una corrida de toros, espectáculo que no entusiasmó a todos los turistas.

La llegada a Salamanca

Después de pasar por San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Burgos y Valladolid la caravana de automovilistas llegaba a Salamanca el día 25 de mayo. La Sociedad Salmantina de Excursionistas había organizado la llegada y los actos a celebrar como agasajo a nuestros visitantes. En fechas previas había remitido a los alcaldes de los pueblos de la provincia por donde pasarían los vehículos, la siguiente circular:

«Sr. Alcalde de.................. Tengo el honor de poner en conocimiento de usted, que los automóviles que han de tomar parte en la excursión de turismo París-Madrid atravesarán por este término municipal el día..... de Mayo de 1903. Aunque los expedicionarios tienen especial encargo de no exagerar la velocidad á fin de prevenir cualquier accidente imprevisto, este Comité Local ruega á usted que la carretera esté en lo posible despejada al paso de los coches, evitando que estacionen en ella los niños y los animales domésticos en libertad. Asimismo convendrá mucho recomendar á los cocheros y carreteros que mantengan sus vehículos á la derecha de la carretera en el sentido de la marcha. Le remitimos los anuncios para que tenga la bondad de mandarlos fijar en sitio visible; dándole anticipadas gracias por todo.
Su atento s.s., El Secretario de la Sociedad salmantina de Excursionistas: Eufrasio Iglesias Muñoz. El vocal Joaquín de Vargas. — Salamanca 18 de Mayo 1903”

El primer coche que llegó a Salamanca lo hizo en la noche del día 23, a las 8 de la tarde, se había adelantado a la caravana por motivo de una avería en los neumáticos que le hacía circular a baja velocidad, había salido de Burgos sin apenas detenerse en Valladolid para alcanzar Salamanca que estaba señalada como depósito de accesorios. Sus ocupantes se alojaron en Hotel del Comercio y hasta el llegó una comisión de la Sociedad Excursionista Salmantina para interesarse y ofrecer sus servicios.
Salamanca recibió efusivamente a los turistas la mañana del 25. Los balcones de la Plaza Mayor y de las calles de Zamora y Doctor Riesco (Toro), por donde la comitiva pasaría, fueron engalanados con colgaduras y banderas españolas y francesas.
Frente a la Plaza de Toros habían sido colocadas cuatro tiendas de campaña cedidas por el general Ruiz, gobernador militar de Salamanca, una de las cuales estaba dotada de material sanitario. Allí la Sociedad Excursionista Salmantina, con los señores Rodríguez Miguel, Vargas, Alcalá, Iglesias, Motta y Rúa, organizó la bienvenida y situó a las diversas autoridades y a los representantes de la prensa. La Guardia Civil, en parejas, se hizo cargo de la seguridad en los accesos, evitando que la aglomeración de curiosos fuera causa de algún accidente. A las nueve y cuarto de la mañana apareció el primer coche, el núm. 7, un Mors blanco de 22 caballos de fuerza y dos asientos, tripulado por Howard Jonston. Hasta las cuatro de la tarde y en tiempos variables fueron llegando el resto de los participantes.

Uno de los vehículos entrando en la plaza de toros. Foto de D. Luis González de la Huebra.1903

Llegaron alrededor de 49 coches, ya que algunos de los participantes habían decidido hacer la ruta directa desde Valladolid a El Escorial. Cada vehículo que llegaba era recibido con efusivos vítores y aplausos del numeroso público, que los automovilistas correspondían. Tras presentarse en la tienda de la organización a cumplimentar el visado, donde eran atendidos en francés por monsieur Louis, director de la compañía de ferrocarril Medina-Salamanca, y Courtiade (don Pablo), emprendían de nuevo marcha precedidos de un ciclista, entre ellos los señores Calón, Juanito Mirat, Bayón, Santos y Enrique de No, este último sufrió el único accidente y de escasa gravedad que se produjo en el día al chocar contra uno de los coches. El ciclista servía de guía en busca del alojamiento de los ocupantes llevándoles por la calle Zamora y dando una vuelta a la Plaza Mayor y continuando por la calle Doctor Riesco para dirigirlo de nuevo hacia la plaza de toros, conducido por el Chaufair o mecánico, donde se había habilitado, en la galería baja del mismo, el garaje para los vehículos. Algunos de los participantes durmieron en las tiendas habilitadas.
La Sociedad Excursionista de Salamanca organizó una serie de actos para los turistas que lo desearan, comenzando por una visita guiada a los principales monumentos de la ciudad. Los Sres. Unamuno, Rodríguez Miguel y otros fueron los cicerones de los privilegiados turistas. Por la noche, en una Plaza Mayor abarrotada como en los días de ferias, se ofreció un paseo amenizado con una banda de música y posteriormente los turistas que lo desearon asistieron a una velada en el Liceo organizada en su honor en la que se ofreció la obra Marina de Arrieta. Fueron varios los palcos que la empresa puso a disposición de los viajeros, entregando a las damas bonitos bouquets con lazos de los colores de las banderas española y francesa. La sala fue adornada con escudos y banderas de Francia y España. Tras la obra se interpretó la Marsellesa y la Marcha Real.

El coche nº25, un Charron carrozado doble phaeton de Maurice Leroy y en el
vinieron tres caballeros y una señora. Foto Luis González de la Huebra.1903


Muy temprano a la mañana siguiente del día 26, los vehículos continuaron su camino hacia Madrid. El primer coche tomó la salida a las seis menos dos minutos y a pesar de lo intempestivo de la hora un gran número de curiosos se habían reunido en las calles por donde deberían de pasar. El resto de los coches fueron saliendo ordenadamente pero no regularmente hasta las nueve y siete minutos en que salió el último coche. Los vehículos fueron acompañados por ciclistas hasta la carretera de Madrid. Según el diario El Adelanto tomaron la salido 45 coches, habiendo salido dos la tarde anterior y habiéndose quedado otros dos para arreglar averías.

El fin de la excursión

En menos de dos horas los automovilistas se detuvieron en Ávila, una vez que la organización había aceptado esta parada al carecer de urgencias por la carrera suspendida. La ciudad muy decorada les recibió espléndidamente. Tras el almuerzo iniciaron el camino hacia El Escorial.

En la Villa del Real Sitio fueron recibidos con banda musical por las autoridades y un gran número de automovilistas madrileños que habían acudido con la excursión organizada por el Real Automóvil Club de España para recibir a los turistas, todos los demás actos relacionados con la carrera suspendida habían sido cancelados. Todos juntos se dirigieron a Madrid donde les sería ofrecido un gran lunch en la sede del Automóvil Club de España. Después conducirán sus respectivos coches a los garajes designados con anterioridad. Era el final de trece días de turismo, anécdotas y aventuras.




Fuentes:
Prensa salmantina de la época: El Castellano, El Lábaro, El Noticiero salmantino y El Adelanto.
Prensa nacional de la época: El Globo, La Correspondencia de España, El Día, La Época, El Liberal, La Ilustración Española y Americana, El Imparcial, El País, El Siglo futuro,.