Photoglob Zürich AG

En la década de 1880, Hans Jakob Schmid empleado de la compañía suiza Orell Gessner Füssli, una empresa de artes gráficas suiza, desarrolló un procedimiento de coloreado de imágenes que combinaba la fotografía en blanco y negro y la litografía. Este proceso se denominó fotocromo y creaba la sensación de color a partir de un negativo en blanco y negro y la utilización de un número variable de placas litográficas cada una de ellas tintada de un color o tonalidad. Cada placa, de piedra caliza, se preparaba aplicando en las zonas deseadas (de igual color) una fina capa sensible a la luz de betún purificado disuelto en benceno que era iluminado a través del negativo fotográfico con cantidades variables de luz endureciéndose el betún en proporción a la luz recibida. Con un disolvente como la trementina se retiraba el betún no endurecido y se retocaba para suavizar o reforzar el tono elegido para la placa. La imagen se obtenía aplicando independientemente cada placa con su color sobre el papel. El número de placas era variable, desde un mínimo de seis hasta lo más normal de 10 a 15. El número de placas, junto a la habilidad de los operarios determinaban el costo y la calidad de la imagen, razón por la cual encontramos postales coloreadas de calidad muy variable.
La empresa Photochrom Zürich, que más tarde se convertiría en Photoglob Zürich AG, se creó dentro del grupo Füssli para la explotación comercial del proceso y que alcanzó una altas cotas de éxito. Las postales de Photochrom y Photoglob Zürich se distinguen fácilmente por las letras doradas en el borde y su número de catálogo que comienza con las iniciales PZ.
A mediados de la década de los 90 se licenció el uso del procedimiento a otras empresas entre las que destacaron The Detroit Photographic Company en Estados Unidos  o la alemana Purger & Co.